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martes, 18 de octubre de 2011

África


En la sabana, los grandes depredadores luchan por el bocado de la caza más débil; un puro ejemplo de lo que hacen los países poderosos como EE.UU. China, Europa, etc. con África. Todos atacan al débil para sacar el mayor beneficio, ocasionando graves y múltiples pérdidas en derechos, en vidas, en recursos, etc.

Mientras tanto, nosotros miramos como simples espectadores que asisten a un teatro, pudiendo cerrar los ojos o mirar hacia otro lado en el momento que no queramos ver.

Nos sentimos orgullosos o liberados de culpa al dar unos euros o al colaborar con nuestro trabajo, puntualmente, para cualquier ONG, pero no nos damos cuenta de que la mayoría de las ONG´s están vendidas a ordenes políticas o religiosas, las cuales por un lado son los que crean el conflicto y las segundas ocupan una posición hipócrita.

No digo que todos los misioneros, voluntarios, etc. sean de esta calaña, sino que hay que estar alerta con tanto hijo de puta. Tampoco digo que haya que irse a Africa a ayudar directamente, alguien tendrá que realizar acciones desde aquí para cambiar gran parte del problema, y creedme que existen movimientos leales a los fines que proclaman y que luchan por ese cambio.

Hay que mirar cara a cara el problema, en vez de esquivarlo. No es el momento de quedarse quieto, es el momento de actuar y creedme que los que animamos a esto no somos unos exaltadores, solo somos personas normales que buscan por medio de la acción un mundo más justo. Es muy fácil criticar desde la ignorancia, en vez de eso animo a buscar suficiente información que dé respuestas a todas las cuestiones que parecen cotradictorias.

Espero que nos demos cuenta de quienes son nuestros enemigos, pero eso es algo que no se consigue sin mover un dedo. Hay que informarse, analizar la información, organizarse y actuar.